Siempre ha sido una marejada de fondo: los libreros llevan tiempo descontentos con SD Distribuciones. El tema no es baladí, porque a través de las manos de SD llegan la mayoría de cómics a las librerías especializadas, y también a grandes cadenas como Fnac. La situación, como ha ocurrido en otros sectores, se ha tensado con la crisis. Joan Navarro, editor de EDT, publica en su blog una misiva de Ferran Velasco en la que, como representante de la asociación de libreros Zona Cómic, realiza una «reflexión en voz alta» sobre la situación que atraviesa el sector. En el texto se habla del problema del cambio de condiciones en las devoluciones, que les hace tener que quedarse con material antiguo y no poder recuperar el dinero.

[…] Desde hace unos meses, los libreros que trabajamos con la distribuidora SD volvemos a tener problemas a la hora de realizar las devoluciones de material atrasado. Unilateralmente, de manera retroactiva y, según se nos comunica, por deseo expreso de las editoriales, SD no acepta devoluciones de más de 4 meses de antigüedad, rompiendo de esta manera las anteriores condiciones de devolución por tiempo ilimitado con la que la mayoría de libreros compramos una gran cantidad de fondo, siempre con la garantía de su posible devolución. […]

El escrito también aborda otro de los temas «de moda» en el tebeo, el de los packs -o «saldos encubiertos»-. «Los compradores empiezan a ver que el material que hoy compran a un precio, mañana estará a mitad de precio», asegura.

[…]Se une esto a otro fenómeno que desde nuestro punto de vista es un mal parche para una gran rotura; los packs, o saldos encubiertos, con los que algunos editores recuperan liquidez, aún a costa de perder lectores y compradores por el camino, consiguiendo también romper el buen trabajo de selección y fondo que muchos libreros realizan en sus establecimientos como señal diferenciadora. […]

Joan Navarro, cuya editorial trabaja con SD Distribuciones y lleva en los últimos meses una intensa política de packs, en busca de liquidez tras perder las licencias de Shueisha, ya ha respondido a los libreros en su blog, con cifras que ponen de manifiesto que, aunque la venta de packs es un éxito, la situación es crítica para su editorial. No hay que perder de vista que otras editoriales, como La Cúpula, están aplicando también la política de packs.

Y mientras tanto… ¿Qué pasa con el lector? Por un lado, como dice Joan Navarro en su texto, se ha visto beneficiado por las bajadas de precios, comprando y leyendo tebeos que quizás de otro modo hubieran estado cogiendo polvo en almacenes in saecula saeculorum. ¿Se hubieran vendido alguna vez por si solos tebeos, a su precio original, como ‘El ladrón de pesadillas’ de Puigmiquel y ‘Cuentos vivos’ de Apeles Mestres? Seguramente, no. Pero en el reverso oscuro, sobre todo para el conjunto de la industria del cómic -un oximorón en España, pero eso es harina de otro costal…-, esta política hace que el lector, pasado el primer momento de euforia, vea que los packs son algo sostenido en el tiempo, y que tan solo es cuestión de tiempo que una novedad que hoy cuesta 30 euros, en unos meses esté a la venta por menos de la mitad. ¿Son los packs «pan para hoy y hambre para mañana», como dice un librero?